Escuela de Padres con talento: "¿Etiquetamos a nuestros hijos?"
Hoy
me gustaría presentarte una nueva sección en mi blog. Se trata de una
sección dedicada a tratar una selección de temas que trabajamos en la Escuela de Padres con talento para intentar ayudar a las familias en la difícil tarea de educar a sus hij@s. Espero que te resulte interesante...
Para empezar voy a empezar abordando un tema al que damos especial importancia en la EP talento: las etiquetas. Me estoy refiriendo a lo que solemos hacer los padres muchas veces sin darnos cuenta, poner etiquetas a nuestros hijos.
En ocasiones decimos a nuestros hijos cosas como: "eres un pesado", "siempre te portas mal", "eres un auténtico desastre", etc.
Hemos
de tener mucho cuidado al hacerlo porque corremos el riesgo de que
nuestro hijo asuma el rasgo, la etiqueta que le hemos asignado. Sobre
todo en las primeras etapas del desarrollo cuando el niño está
formándose una imagen de sí mismo cobra especial importancia aquello que
le decimos pues su propia imagen la van construyendo con los mensajes
que reciben de los demás y especialmente de nosotros, sus padres.
Si continuamente les estamos repitiendo que se porta mal, irá construyendo su autoimagen en base a lo que le decimos, creyendo que esto es así y actuará asumiendo ese papel, ese rol.
Por este motivo, es necesario que dejemos a un lado las etiquetas
y cuando queramos corregir alguna de sus conductas lo hagamos
explicándole de manera concreta qué nos parece mal y cómo puede mejorar.
Pongo un ejemplo:
- En lugar de decirle... "eres un desordenado".
- Deberíamos decirle... "tienes que recoger tus cosas, los juguetes están fuera de sus sitio".
Tenemos que decirle claramente lo que no nos gusta pero sin generalizar concretando al máximo para que el niño aprenda qué es lo que esperamos de él. Siempre
tenemos que dar al niño la opción de mejorar. No podemos estar siempre
bombardeándolo con mensajes negativos que le lleven a asumir que esa es
su forma de ser.
En
ocasiones no seremos nosotros, los padres los que "etiquetemos" al niño
sino otros adultos que intervengan en la educación del mismo: abuelos,
tíos, etc. En este caso deberemos intervenir para evitar que aquello que
dicen de él le condicione a creer que él es así. Debemos actuar como un
auténtico equipo educativo.
Comparaciones
También deberemos evitar al máximo las comparaciones del tipo "a ver si aprendes de tu amiga Irene" o "tu hermana Laura saca mejores notas que tú". Son
frases que muestran al niño que "es inferior" en algún aspecto y
asumirá este papel, convencido de que lo que le decimos es verdad: es
peor que su amiga Irene y menos inteligente que su hermana Laura. Hemos
de tener en cuenta que además las comparaciones entre hermanos son una
fuente de celos y conflictos entre ellos que podemos y debemos evitar. Pero este tema me gustaría tratarlo en otro artículo.
Imágenes: - http://bastadepisenlacama.blogspot.com.es/2012/05/porque-no-hay-que-etiquetar-los-ninos.html
- http://educardesdelafamilia.blogspot.com/2012/11/celos-entre-hermanos.html
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